Los esposos Haydeé Belén Huertas y Roberto Salgado Rodríguez nunca imaginaron que a sus 67 y 65 años, respectivamente, perderían la casa en la que vivieron durante las pasadas cuatro décadas, en este municipio.
Específicamente, Belén Huertas y Salgado Rodríguez se vieron obligados a entregar su casa al banco el pasado 22 de abril, después de casi cinco años en los que intentaron sin éxito llegar a un acuerdo económico con la institución, según contaron.
Todo comenzó en 2011, cuando el banco con el que el matrimonio había refinanciado su hipoteca le vendió el préstamo a otra instrucción, transacción que supuestamente no les fue notificada. No fue hasta un año después que supieron del cambio, porque un vecino les llevó una correspondencia que estaba recibiendo por error. En esos 12 meses, Belén Huertas y Salgado Rodríguez no pagaron “porque no sabíamos adonde teníamos que enviar el dinero”.
El proceso con el nuevo banco no rindió frutos. Belén Huertas contó que el tiempo transcurrió con un “constante pedido” de información, un ofrecimiento de modificación de hipoteca y un año en el que hizo pagos, a petición de la institución, de $800 y $600. En 2013, el banco supuestamente quedó en informarles cuál sería “el pago final y exacto” de la hipoteca, pero nunca les dijeron, por lo que no desembolsaron más dinero.
“Así nos tuvieron hasta abril de 2015, cuando recibí una carta del tribunal con la fecha de la subasta. Se presentó un ‘marshal’ diciendo que teníamos que mudarnos. Le pedí tiempo y me dijo que teníamos 15 días para irnos. En ese momento me sentí muy triste, porque era nuestra casa de muchos años, en la que pensaba retirarme”, dijo Belén Huertas, quien insitió en que “siempre estuve dispuesta a pagar”.
Salgado Rodríguez, por su parte, dijo sentirse frustrado y acusó al banco de darles “ilusiones falsas” de que conservarían su casa. “Esa era la casa que iba a dejarle a mi única hija, pero ahora no tengo nada. Volver a empezar, sobre todo a esta edad, no es fácil. Me troncharon la vida”, aseveró, al resaltar que desde el pasado 5 de mayo, viven en una casa alquilada cuya renta mensual es de $600; su hipoteca original era de $495.
( Fuente : El Nuevo Día )